En estas fechas, finales de octubre hacemos diversas festividades para la muerte, desde Halloween hasta el día de Todos los Santos, pasando por el Día de Muertos. Varias formas de entender y de enfrentarnos a una situación que lleva sucediendo desde el inicio de la existencia, ni siquiera de la vida.

La muerte es un concepto que es la excepción que confirma la regla, ya que varias teorías de corte cognitivo conductual demuestran que si se nos expone a un estímulo de manera muy repetida llega un momento en el que nos habituamos y lo dejamos de percibir, como el ruido de la campana de una cocina. Si lo apagamos, notamos el descanso auditivo que ésta deja.

Sin embargo… ¿por que en tantos países existe una festividad relacionada con los que se han ido? Aquí os explico algunos apuntes teóricos y mis reflexiones personales.

No voy a hacer un recorrido sobre cómo se ha visto este fenómeno natural durante toda la historia, no es el objetivo de este espacio, pero es importante e interesante poder ver, cómo la pintura la ha representado por ejemplo.

Lo siniestro

Si has visitado un poquito mi blog habrás visto que hay muchas cosas escritas sobre diversos temas, pero quizás te hayas pasado la obra clásica de Sigmund FreudLo siniestro. Quizás te preguntes qué pinta el padre de la corriente psicoanalítica con el tema de la muerte.

Lo primero que hay que decir es cuando alguien fallece, hay una parte de nuestro ser que se altera y rozamos la sensación de que hay algo siniestro, algo que no encaja del todo. Me da igual que sea de una persona que se esperaba o de manera repentina. Siempre hay un leve momento en el que una parte de ti piensa «¿Ha ocurrido de verdad?» o la manida, pero realista, frase «Parece que está durmiendo». Nos resistimos a aceptar que eso es natural, algo que no debería suceder sucede.

 

Si habéis tenido la suerte de haber leído Un mundo feliz de Aldous Huxley recordaréis el momento del hospital en el que las futuras generaciones del mundo van a jugar y a reír al hospital, para quitarle miedo y respeto a la muerte. Un vez más, la humanidad busca una alternativa para poder evitar ese aspecto tan truculento y complicado de gestionar que engloba a la parca.

Las religiones, alquimia, pseudociencias… todas buscan algo en la muerte

No ha habido ninguna cultura humana que no hayan intentado dar alguna respuesta a la muerte. Es verdad que la arqueología ha hecho varias hipótesis muy interesantes sobre algunos yacimientos en los que se han encontrado una piedra tallada de una forma especial junto al sepulcro de una persona fallecida, pensando que podía ser una ofrenda, un tótem, etc.; pero no se tiene claro.

Lo que sí que se sabe es que en todas las sociedades humanas hay un código para poder entender y hacer frente al fallecimiento de un animal, planta o persona. Tenemos desde el descenso al Hades, el momento de la balanza enfrente de Anubis o guardar el cráneo de tu ser querido para después llenarlo con flores. El punto en común de todas estas tradiciones es la firme convicción de que después de la muerte hay algo y normalmente hay una justicia divina, en la que los malvados van al infierno o al cielo como nos explica Dante en su Divina comedia

Es verdad que la mitología griega y egipcia ya no está tan en boga, aunque Rick Riordan haya devuelto el interés en estas corrientes a través de la literatura infanto – juvenil. Sin embargo, todavía nos encontramos con algunos discursos propios y originales de la Edad Media, más concretamente pertenecientes a la alquimia. Esta rama tan famosa y trillada que parece que solo querían convertir el plomo en oro, pero también querían saber como burlarse de la muerte.

Nuevas pseudociencias nos llevan a pensar que cuando alguien muere se puede atrapar su espíritu, podemos escoger en quién reencarnarnos, etc. Si crees que estoy mintiendo, te invito a que investigues sobre Short Creek y también sobre algunas sectas que están todavía en auge. Después de hacerlo, puedes escribirme para comentarme a ver qué te parece.

¿Qué hay después de la muerte?

Esta pregunta ha estado en la mente de la humanidad toda la vida. Es la mayor de las incertidumbres a las que cualquier ser humano se enfrenta. Es verdad que la Parca nos visitará a toda la existencia, pero hasta dónde se sabe, solamente el género humano es el que tiene conciencia de estar vivo y por ende, de que puede morir. Un gran trauma de la infancia, sin lugar a dudas.

Nadie tiene una respuesta clara y cierta. Esto no significa que las religiones estén equivocadas o que tengan la verdad absoluta, solamente que es una interpretación más y como tal hay que respetarlo. Lo que sí es verdad, es que es importante poder tener un rito para poder hacer frente a una de las experiencias más complejas de nuestra vida. Tener la fe en que aparecerás en los Campos Elíseos y no delante de los tres jueces del inframundo, puede ser una tabla de seguridad.

La conclusión de todo esto es muy sencilla, la muerte nos fascina, por no ser capaces de darle una respuesta única y definitiva, solamente podemos especular de ella. Podemos intentar reírnos de ella, pensar que hay vida después o aterrorizarnos ante su sola mención, pero sea como sea, es mejor que tengas una explicación para poder hacerla frente antes que no tener nada.

Bibliografía

Te dejo algunos libros que quizás te puedan interesar sobre el duelo, la muerte y una novela que leí de joven hace mucho tiempo sobre una intriga alquímica divertida e interesante.

 

 

Un comentario en «3500 años después la muerte nos sigue fascinando»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *