promoción

La promoción y la prevención de las enfermedades es un discurso muy habitual en la sanidad, ¿y en la psicología?. A lo largo de la historia de la psicología lo clásico ha sido tratar los trastornos, enfermedades, etc. Da igual que leas a Freud o a Watson o cualquier autor clásico, suele ser siempre la intervención y ya está. 

Si tienes interés en el estudio de la salud desde la epidemiología este es tu libro. De una manera sencilla explica los fundamentos de este tipo de estudios y también presenta algunos programas de prevención y promoción de la salud. Es verdad, que como todos los libros, tiene su parte buena y mala. Sin embargo, tiene un discurso verdaderamente científico, no como algunos aspectos de la psicología positiva

Aspectos positivos…

Este libro es maravilloso si estás interesado en aplicar un programa de prevención o promoción en tu comunidad es muy necesario esta obra, ya que marca los pasos que hay que dar para poder investigar, cómo entender la salud y programas ejemplos. Es decir, si quieres presentar a tu ayuntamiento un programa para mejorar la salud mental de tu pueblo, esta obra tiene que ser tu aliado. 

Da igual si estás en 1º de psicología o has hecho un máster, puesto que el lenguaje a pesar de ser técnico es fácil de comprender, aunque si acabas de empezar es posible que en algunos momentos te pierdas un poco. Se parece en este caso al El don de la terapia, una joya de Yalom. Un libro que tanto te vale para terapeutas nóveles como longevos, lo mismo pasa con este libro. 

Es muy completo, pero nada gordo, por lo que a pesar de ser una joya que tienes que llevarte a todos sitios, ¡no pesa nada! Incluso te puede interesar llevártelo este verano en tu bolsa, ya que es de lectura ligera y fácil comprensión.

Aspectos negativos…

En el libro hay una parte en la que explica qué factores influyen a la hora de cambiar las conductas insanas, como fumar. Esta parte es muy árida, porque presenta varias teorías muy similares entre sí y las diferencias, que son las partes imprescindibles, no quedan siempre del todo claras. 

El libro hace mucho hincapié en un programa en concreto y es muy enriquecedor entender todos los detalles, pero hubiera sido bonito también, conocer algunos más.

La última pega, es una nimiedad, pero muchos de los programas son aplicados en el norte de Europa o EUU y los explican de 10, pero sería interesante conocer los que hacen en España o en otros países no tan «mañidos». La validez ecológica, un concepto de la metodología científica que hace referencia a que los resultados obtenidos sean aplicables a la sociedad. 

Valoración final…

El libro es una joya para aquellas personas que quieran hacer programas de prevención de la salud, desde enfermedades cardiovasculares hasta consumo de alcohol. Es importante diseñar una metodología y los instrumentos, porque puede ser la razón para una mala investigación. Tiene muchísimas partes positivas y las negativas son muy livianas y sencillas de suplir.

Es verdad que tiene una gran influencia de la psicología cognitivo conductual, lo cual significa que no da pie a hablar de emociones y que el objetivo es suplir síntomas, no tanto entender por qué se hace una cosa u otra. Esto sería más de corte psicoanalítica. En esta corriente también se ha apostado por la promoción de la salud, no hay más que ver los trabajos de John Bowlby y Mary Ainsworth, si os interesa investigar más, leed esta maravilla.

En definitiva, si tu objetivo es la promoción y prevención de salud mental y física entonces tienes que tener este libro, siempre sabiendo las limitaciones que tiene. Insisto, pequeñeces comparadas con los saberes que le puedes rascar. 

Si quieres comprarlo puedes hacerlo, aquí.

12 comentario en “Promoción y prevención de la salud desde la psicología”
  1. […] La mejor prevención siempre es aquella que comienza lo más pronto posible. En este caso, ésta debe comenzar desde el propio embarazo. Hablar a la futura criatura, poder fantasear sobre quién será, en qué se convertirá o el simple hecho de escoger el nombre, va a permitirnos relacionarnos con él o ella de una manera mucho más cercana y amable que si no lo hacemos. […]

  2. […] Otra prueba es el síndrome del dolor fantasma, una dolencia muy común en personas a las que se les ha tenido que practicar una amputación. Estas personas te dicen, en casos con muchísimo detalle, que les duele el pie o incluso que le pica el gemelo, por ejemplo. Estas personas no alucinan y tampoco tienen problemas de depresión o cualquier problema de salud mental. […]

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